Es la plataforma, integrada por Demus, colectivas y activistas feministas, que busca justicia y reparaciones integrales a las 200 mil mujeres víctimas de esterilizaciones forzadas. Este atentado contra los derechos sexuales y reproductivos, la autonomía y el consentimiento informado, se realizó en el marco del mal llamado Programa Nacional de Salud Reproductiva y Planificación Familiar del gobierno de Alberto Fujimori durante los años 1996-2000.
La práctica discriminatoria tomó como víctimas a mujeres de zonas rurales, pobres y campesinas, a quienes con engaños, sin información y en contra de su voluntad, se les aplicó la ligadura de trompas para controlar la tasa de natalidad, principalmente en mujeres campesinas. La ejecución del método anticonceptivo irreversible, se realizaba de manera ambulatoria en carpas itinerantes y en total insalubridad, teniendo como consecuencia infecciones severas que incluso las llevaron a la muerte.
La práctica discriminatoria tomó como víctimas a mujeres de zonas rurales, pobres y campesinas, a quienes con engaños, sin información y en contra de su voluntad, se les aplicó la ligadura de trompas para controlar la tasa de natalidad, principalmente en mujeres campesinas. La ejecución del método anticonceptivo irreversible, se realizaba de manera ambulatoria en carpas itinerantes y en total insalubridad, teniendo como consecuencia infecciones severas que incluso las llevaron a la muerte.
El caso denuncia al dictador Alberto Fujimori y sus exministros de salud Marino Costa Bauer, Eduardo Yong Motta y Alejandro Aguinaga como responsables de las Esterilizaciones Forzadas. Actualmente, la Corte Suprema anuló la investigación judicial del caso, la decisión de anular la investigación judicial en curso y retroceder a la denuncia fue tomada sin haber notificado a las víctimas, quienes tienen legítimo derecho para intervenir porque esta decisión las perjudica y afecta en su derecho al acceso a la justicia y reparación.
Ante ello, las representantes de las hijas de Celia Ramos, como parte civil en la investigación judicial, comunicaremos a la Corte Interamericana de Derechos Humanos (Corte IDH) de manera inmediata, en el caso de Celia Ramos vs. Perú, como una grave afectación al derecho a la justicia. Las esterilizaciones forzadas existieron, no son una mentira, ni un invento, ni mucho menos un error como se ha señalado varias veces, son una verdad. Desde la campaña, Demus acompaña los casos de Celia Ramos, víctima mortal del caso de Esterilizaciones Forzadas y Mamérita Mestanza:
Ante ello, las representantes de las hijas de Celia Ramos, como parte civil en la investigación judicial, comunicaremos a la Corte Interamericana de Derechos Humanos (Corte IDH) de manera inmediata, en el caso de Celia Ramos vs. Perú, como una grave afectación al derecho a la justicia. Las esterilizaciones forzadas existieron, no son una mentira, ni un invento, ni mucho menos un error como se ha señalado varias veces, son una verdad. Desde la campaña, Demus acompaña los casos de Celia Ramos, víctima mortal del caso de Esterilizaciones Forzadas y Mamérita Mestanza:
Celia Ramos
En busca de atención odontológica, Celia acudió a un centro de salud en la Legua en Piura, una región al norte del país. Era 1997 cuando la insistencia y por recomendación médica hicieron que se ligara las trompas. El personal de salud llegó hasta su casa para realizarle la intervención y, 19 días después falleció. Este es el primer caso de Esterilizaciones Forzadas en llegar a la Corte Interamericana de Derechos Humanos.
Mamérita Mestanza
María Mamérita mestanza, una mujer campesina, fue perseguida y amenazada por funcionarios del gobierno para ligarse las trompas. Finalmente, en contra de su voluntad, le ligaron las trompas en marzo de 1998 sin ningún examen previo. Fue dada de alta al día siguiente incluso, con un dolor de cabeza intenso y vómitos. Mamérita murió en su casa un mes después por complicaciones postoperatorias dejando en la orfandad a siete hijos.
Imágenes de la campaña
