Juicio Manta y Vilca: Se debe evitar revictimización a mujeres denunciantes de violencia sexual

DEMUS exige que Sala no permita que los militares acusados estén presentes cuando las víctimas brinden su testimonio, debido a que podrían causar miedo o coacción

Tras conocerse que la Sala Penal Nacional suspendió los testimonios de tres de las nueve víctimas de violaciones sexuales sistemáticas y generalizadas por parte de las Fuerzas Armadas, que se califican como crimen de lesa humanidad y ocurrieron durante el conflicto armado interno; Demus –Estudio para la Defensa de los Derechos de la Mujer, exige que el tribunal no permita que los militares acusados estén presentes cuando las víctimas brinden su testimonio, debido a que podrían causar miedo o coacción.

Como se sabe, el motivo de la suspensión de la audiencia, en la que debían declarar las tres agraviadas, después de 33 años de ocurridos los hechos, se debió a que el abogado público de uno de los acusados recién asumía la defensa y solicitó la reprogramación de la misma.

“Hemos tenido un atraso en el juicio con esta situación. La Sala ha llamado la atención al acusado porque se esperaba tomar las declaraciones a las mujeres que estaban preparadas para brindar su testimonio y hacerlo con las garantías del caso. Ahora, esperamos que no se revictimice a las mujeres permitiendo que los acusados estén presentes al momento de su declaración, es una situación que puede causar miedo y coacción”, señaló Rossy Salazar, abogada de DEMUS, organización que patrocina a tres de las víctimas que decidieron denunciar la violencia sexual ejercida por las Fuerzas Armadas.

Las mujeres iban a narrar las violaciones de las que fueron víctimas en sus casas, el campo y las bases militares que se instalaron en los distritos de Manta y Vilca. Muchas de ellas tenían entonces entre 14 y 17 años y fueron violadas, en ocasiones, por varios militares de manera simultánea. Algunas tuvieron hijos e hijas de sus agresores.

“Esta situación de postergación de la audiencia genera frustración en las mujeres y las revictimiza. Ya es difícil y genera ansiedad y angustia brindar sus testimonios, lo que se complica aún más con el poco cuidado del sistema de justicia que permite que los inculpados y las victimas estén en el mismo espacio”, señala Mariel Távara, psicóloga de DEMUS que acompaña a las denunciantes.

Cabe indicar también que la Sala no ha aceptado que la psicóloga de las víctimas las acompañe en la audiencia, pese a que pueden enfrentar situaciones de estrés, ansiedad y otras.



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