Premier Villanueva, no tiene nuestra confianza

En la presentación de la política de Gobierno de Martín Vizcarra, el premier César Villanueva y su gabinete señalaron que «un tema prioritario para nuestro gobierno es la protección de la niñez y de la mujer frente a todo tipo de violencia. No podemos seguir aceptando que sea tolerada por nuestra sociedad y por nuestras entidades públicas. En esa dirección, y para el 2021, mejoraremos la cobertura, calidad, oportunidad y efectividad de los servicios de prevención, protección y atención a las víctimas –en especial a las afectadas por violencia sexual- para lo cual contaremos con 225 Centros de Emergencia Mujer con protocolos de atención diferenciada funcionando en comisarías. De estos centros, 100 estarán funcionando al final del 2018».

Señor premier, mientras no reconozca ni enfrente la violencia de género a través de la educación con enfoque de género no tendrá nuestra confianza.

Debemos señalar que actualmente funcionan 296 Centro de Emergencia Mujer a nivel nacional; número que resulta insuficiente para atender la violencia de género en nuestro país; además, no se cuenta con el presupuesto adecuado para garantizar la atención, especialmente en las zonas rurales. De los 296 CEM señalados, 50  ya funcionan en las comisarías[1]. Es decir, a final de este año se implementarían 50 más, si seguimos el discurso de Villanueva.

Algunos de los casos que no son atendidos apropiadamente desde el Estado es el de las niñas, adolescentes y mujeres embarazadas producto de violación sexual ya que no se garantiza el acceso al Anticoncepción Oral de Emergencia (AOE) y al Aborto Terapéutico, ni a la salud mental y salud sexual y reproductiva. Una situación similar es la de las víctimas registradas en el Registro Nacional de Esterilizaciones Forzadas – REVIESFO, quienes a partir de este año dejaron de recibir atención psicológica y acompañamiento psicosocial especializada de los CEM por falta de asignación de presupuesto, a pesar de que el Decreto Supremo 006-2015-JUS declara de interés nacional la atención prioritaria de víctimas de esterilizaciones forzadas. Por otro lado, la capacitación al personal del Centro Emergencia Mujer para la atención de las personas LGBT es aún un pendiente.

El aumentar el número de Centros de Emergencia Mujer responde a un enfoque paliativo en la atención las víctimas de violencia de género, mas no es una medida enfocada en la prevención ni mucho menos es una disposición integral para combatir los casos de violencia.

El premier Villanueva informó de medidas que no servirían para enfrentar casos como los de Eyvi Ágreda o Carla Salcedo, víctimas de tentativa de feminicidio y feminicidio respectivamente. En lugar de lanzar una Alerta Nacional para salvaguardar las vidas de las mujeres, nos informa de medidas que se implementan desde hace varios años y que no han tenido los impactos esperados por la falta de presupuesto y enfoque de género. Es la implementación del enfoque de igualdad de género en la Currículo Nacional de Educación una medida de prevención de la violencia.

Nos sumamos a los llamados de atención para que desde el Gobierno se establezcan medidas integrales en la lucha contra la violencia de género.

DEMUS

[1] Las 50 CEM que funcionan en comisarías se debe a la implementación del Plan Operativo Bianual del Plan Nacional contra la Violencia de Género 2016-2021. Información extraída del Programa Nacional contra la Violencia Familiar y Sexual del MIMP: https://www.mimp.gob.pe/contigo/contenidos/pncontigo-articulos.php?codigo=33



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