La lucha de una mujer transexual por cambiarse de nombre demoró seis años. Este proceso usualmente debería tardar entre tres y seis meses, pero debido a la transfobia de los jueces peruanos, la historia se hizo eterna. Y no es una afirmación sin sustento. Para la organización Estudio Para la Defensa de los Derechos de la Mujer (Demus), la palabra TRANSFOBIA suena con fuerza en el Perú.
Una ciudadana de 39 años, que es trans desde que tenía 14 y que empezó a usar un nombre de mujer a esa edad decidió recurrir a la ley peruana. En busca de su derecho a la identidad, amparado por la Constitución, esta persona trans se encontró con una dura realidad: el Estado Peruano no le daría la razón.
Mariel Távara, psicóloga de Demus que la acompañó durante la batalla, cuenta que la lucha legal comenzó en el 2008, cuando iniciaron los trámites para un denominado proceso abreviado de cambio de nombre, que debía resolverse rápidamente: “Hemos pasado por cuatro jueces distintos que veían el caso, pero ninguno daba sentencia. El juez que pasaba por el juzgado no lo resolvía. Ninguno le dio prioridad a la resolución del caso”.
Para la psicóloga hubo irregularidades y solicitudes innecesarias, como que se le pida a la demandante que se someta a un examen psicológico, cuando esto no es necesario en este tipo de proceso abreviado.
–Para un cambio de nombre no se debe hacer un examen psicológico. Simplemente es un trámite que se hace en elRegistro Nacional de Identificación y Estado Civil (Reniec), en la municipalidad y es sencillo. Sin embargo, a esta compañera le han pedido, entre otras cosas, hasta una pericia psicológica que demuestre su identidad de
género, que demuestre que está bien, que más adelante no se va a retractar y que asegure que no tiene problemas mentales.
HOLA, PERÚ. PREJUICIOS Y ESTEREOTIPOS
La organización que representa cree que lo duro de esta batalla legal tiene que ver con la carga de prejuicios y estereotipos de los jueces y la transfobia, no necesariamente representada en un crimen de odio, sino en no comprender cuánto sufre una trans y cuán necesario para ella es obtener el reconocimiento de su identidad.
Los jueces en el Perú no comprenden la falta de derechos humanos que ha tenido que soportar la demandante durante más de 15 años. No entienden la vulneración de sus derechos al trabajo, a la educación y a la salud.
La directora de DEMUS, María Ysabel Cedano, opina que esta es una lucha más que ganan las compañeras trans, pero que no puede ser a tan alto costo material, humano y simbólico: “Esto no puede volver a ocurrir, una persona transexual no debe esperar más de seis largos años para que sus derechos humanos sean reconocidos y mucho menos sobrellevar un proceso cargado de prejuicios de género por parte de las autoridades que representan al Estado”.
Las batallas tardan, más en Perú. A finales de diciembre salió el fallo a favor y en enero fue ratificado. Lo que queda ahora, expresa la especialista, es iniciar los trámites en el Reniec, para cambiar el DNI, y en la municipalidad de La Victoria, en Lima, para cambiar la partida de nacimiento. Todos los papeleos demorarán unos tres meses. Después, iniciarán un proceso judicial para el cambio de sexo, el mismo que en el país puede tardar entre cuatro y ocho años.
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